BIELSA SEGÚN HÉCTOR SOTO
Published sábado, septiembre 27, 2008 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
Marcelo Bielsa introdujo la geometría pitagórica, el rigor de la lógica kantiana y el sentido calvinista del trabajo a una actividad que en Chile ha confiado por demasiado tiempo en la inspiración del momento y la complicidad de las hinchadas, en la Virgen del Carmen y la buena suerte.
Bielsa es un tipo obsesivo que busca, de modo no muy distinto a como los alquimistas medievales trataron de encontrar la piedra filosofal, la clave y los equilibrios internos de la cancha que permitirían convertir cada victoria no en casualidad sino en efecto inevitable del profesionalismo duro y recompensado.
No tiene nada de raro que Bielsa sea el extranjero de mayor gravitación en la vida nacional. En pocas actividades nuestro país ha depositado más sueños e ilusiones que en el fútbol y costaría encontrar un ámbito donde hayamos cosechado tantas frustraciones y desdichas.
El plan de Bielsa no es llevar a Chile a un mundial después de largos años de humillaciones y abstinencias. Su proyecto más ambicioso supone quebrarle el espinazo a un destino que, a pesar de los triunfos morales, las euforias coyunturales y las lágrimas fáciles, nos ha dado con el mocho del hacha cada vez que puede.
De lograr el milagro, Bielsa, odiado un día, aclamado al otro e incomprendido siempre, pasará a ocupar el sitial que Chile reserva a sus santos y a sus héroes, al menos a los más regalones. Que el hombre sea argentino va a ser un poco duro para el orgullo nacional. Pero en estas materias nadie estará por fijarse en pequeñeces.En: Revista Qué PasaFoto: EmolEtiquetas: Bielsa, Clasificatorias Sudáfrica 2010, Fútbol