LA FARMACIA PERFECTA
Published viernes, abril 17, 2009 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
Entras a una especie de biblioteca, con repisas llenas de cajas ordenadas alfabéticamente según los nombres de los medicamentos de turno (otra alternativa es ordenarlos según su uso, es decir, los analgésicos a un lado, los antibióticos en otro, etc) y así eliges el que más te guste, comparando precio, cantidad de cápsulas o -por último- porque te pareció más bonita un envase que otro.
Una vez con tu elección en las manos, vas a pagar a la caja. Allí (para que no se quejen) está el mismo tipo que te atiende hoy. Sólo en ese momento le muestras la receta médica si corresponde, le das tu RUT y todo lo demás. Incluso, tal como en los supermercados, llegando a la caja te pueden tentar con los chicles, máquinas de afeitar, perfumes, chocolates y todo lo que venden las farmacias hoy...
No me digan que es mala idea.
Etiquetas: Actualidad, Yo