Nadie podrá quejarse de que el mapa político está aburrido. Más allá del binominalismo planteado entre la Concertación y la Alianza, hoy por hoy abundan -después se analizarán los por qué- una serie de candidaturas e incluso movimientos sociales que buscan romper o al menos jaquear el status quo.Entre los más llamativos, a mi juicio por lo menos, está la candidatura de M.E.O., un tipo carismático como el que más, tozudo, inteligente y sobre todo sarcástico e irónico. El también llamado Niño Rebelde del socialismo chileno no sólo se convirtió en diputado sino que ahora, con un discurso fundado en la experiencia de sus años como parlamentario, se postula como una carta más pensando en las elecciones de diciembre de 2009.
No hay que ser adivino para saber que su propuesta terminará fuera de la papeleta decisiva (la de segunda vuelta, me refiero) pero lo interesante de su acto está, justamente, en convertirse en un mono porfiado, un candidato a ultranza y radical (no en el sentido político, por cierto) que obligará a Frei a absorver parte importante de sus planteamientos si de verdad quiere volver a tener su oficina en La Moneda. Eso descartando por adelantado que Piñera no sería capaz de coincidir ni en el primer párrafo de las popuestas de M.E.O.
Por lo demás, mientras más fuerte sea el apoyo que obtenga el cineasta en primera vuelta, más fuerte será también la queja que representa ese voto y por lo mismo, más necesaria la canalización de dicho descontento...
Etiquetas: Política
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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