Escribo esto después de haber leído un par de
notas al respecto y mientras escucho
el podcast de Mediápolis con la entrevista a Pablo Halpern, el ideólogo comunicacional (si es que cabe el término) detrás del candidato oficialista
Eduardo Frei.
¿Por qué tanto ruido? Porque Halpern no halló nada mejor que acusar a
@fernandopaulsen y a
@matiasdelrio de tener un
conflicto de interés flagrante toda vez que son empleados, entre otros, de
Chilevisión y -por extensión- de Piñera,
Sebastián Piñera, el candidato de la Alinza.
De ahí, colige Halpern, que su candidato rehuya ir a la mesa dominical de
@tolerancia0 y así, una serie de otras actitudes poco explicables de parte del senador DC.
Corríjanme si me equivoco, pero que yo sepa, haya visto o leído, ni Del Río ni Paulsen se han caracterizado por abanderarse con la causa de su, ok, digámoslo así, jefe. Muy por el contrario, más en el caso de Paulsen que de Del Río, han sido duros críticos de las actuaciones del candidato derechista y eso, yo por lo menos, lo agradezco.
Como ya se empieza a leer en la tuitósfera, lo de Halpern es un manotazo más en el ahogamiento titánico que parece sufrir la candidatura de Frei y si de encontrarle utilidades se trata, para lo único que sirvió fue para ponerle un toque más de condimento al programa de mañana y en consecuencia, aunque no le guste mucho ni a Halpern ni a Frei, para hacer un par de pesos más rico a Piñera.
Foto: OPKEtiquetas: Actualidad, Medios, Política