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La canción de Claudio Narea bien puede ser el soundtrack de los famosos primeros cien días de gobierno de Michelle Bachelet. Sí, estoy defraudado.

Pasó el conflicto escolar y, ante su primera prueba de fuego, no sólo la Presidenta sino sus ministros y subsecretarios también guatearon. Mostraron la hilacha. Mal.

No sé de dónde sacan eso de que no se puede reemplazar a un ministro, a todas luces sobrepasado por las circunstancias, sólo porque recién está empezando el gobierno. ¡Todo lo contrario pues!

Si hacemos un poco de memoria, no sólo Zilic, sino todo el resto del gabinete, se fueron a Marbella a "estudiar" las medidas que se iban a implementar en los primeros cien días. Por si fuera poco, cada uno de los elegidos por la Presidenta tuvieron con la debida anticipación una sustanciosa carpeta llena de información y antecedentes relativas a cada una de sus carteras.

Al final ¿en qué terminó todo? En una comisión más, en un consejo, como si las comisiones o los consejos establecidos por la ley (llámese parlamentarios, ministros, subsecretarios y todo el resto de los funcionarios públicos competentes) no fueran necesarios para éste tipo de casos en lo que, precísamente, pueden demostrar alguna aptitud.

Por otro lado, entre el Intendente (otro cargo de directa confianza de la máxima autoridad) y el ministro del interior no supieron mantenar a raya a un grupo de estudiantes movilizados. Además, cabe recordar que el mismo Zaldívar ya había tenido un affaire con el canciller Foxley a propósito de Fujimori.

Para colmo, vino la primera lluvia de verdad y... lo de siempre, aunque esta vez fueron bautizadas como piscinas de invierno las recién inauguradas autopistas urbanas (General Velásquez con Alameda entre las más notables).

El Ministerio de la vivienda y el SERVIU tuvieron su guateo con las casas asignadas a los ex pobladores de la toma de Peñalolén. Familias a las que no se les regaló nada, sino que con su esfuerzo juntaron las lucas ¿para qué? ¿Para recibir una casa que se llueve, sin ventanas, sin luz ni agua ni alcantarillado? No creo.

Suma y sigue. Ayer 13 de junio se cumplió un año del terremoto que azotó el interior de la primera región ¿y? Bien gracias. Nadie se ha acercado a arreglar las casas ni mucho menos a levantar los escombros. La única víctima fatal tuvo que ser enterrada en una especie de ataud, porque nadie fue capaz de subir un féretro al poblado. Para colmo, como si estuviera haciendo un gesto de grandeza, la presidenta da cuatro meses más de plazo para que se ejecuten las obras. Insólito.

Seguimos con los cortes de gas industrial desde Argentina y nadie dice nada. Un grupo de parlamentarios, los más faranduleros del lote (Navarro, Ávila y Enríquez Ominami entre otros) partieron a La Paz a hablar del tema con sus pares bolivianos y con el mismísimo Morales.

Con los parlamentarios se juntaron, pero Morales, bueno Morales tenía una pichanga con los amigos y dejó a los honorables con el vicepresidente. Ése es el nivel de importancia que le dio a la delegación chilena.

No sé a ustedes, pero a mí me está dando mala espina este cuento. Parece que era verdad eso de no dar el ancho. Quiero creer que no, confío que la Presidenta es más inteligente de lo que ha demostrado, pero hasta ahora no se oye padre. Estamos mal.