Los deudores habitacionales que han protagonizado diversas manifestaciones por estos días son de lo más insólito que me ha tocado ver.
Puedo entender y solidarizar con su difícil situación (hay mucha cesantía y madres solteras entre el grupo), pero de ahí a estar de acuerdo con su modus operandi, es otra cosa.
Ellos, personas de derecho para el caso, firmaron un contrato de compraventa con una empresa X, cuyo leimotiv por decirlo de algún modo, es, como el de cualquier otra empresa, ganar plata.
Claro, al parecer los intereses que les cobran por sus casas es bastante elevado, pero ese es uno de los principales factores a considerar a la hora de comprar una vivienda ¿no?
Desde ese punto de vista, por más show que hagan, están perdiendo la guerra. Difícilmente van a lograr algo subiéndose al techo del Congreso o increpando a la presidenta mientras discursea. De hecho, creo que están logrando sólo desaprobación y rechazo en el resto de los ciudadanos.
Claro, en el hipotético caso de que se aceptaran sus quejas, cualquier otra agrupación de deudores (de clientes de las grandes tiendas por ejemplo) haría lo mismo y sería el acabose del libre mercado. Lo siento señores deudores habitacionales, pero en esta pasada, el gobierno tiene razón.
*FOTO: Teletrece
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
- From Santiago, Región Metropolitana, Chile
- Estudié letras en la PUC, pero el latín fue más fuerte y tuve que partir a la Diego Portales donde, por fin, egresé como periodista. ¿Por qué clóset de noticias? Porque acá cuelgo las que me parecen importantes, así de simple.
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