MINUTO DE SILENCIO POR EL GRITO
Published jueves, diciembre 21, 2006 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
No soy fanático del arte ni mucho menos. Cuando fui a España
me divertí más en el Bernabéu que en El Prado, aunque no puedo desconocer que se me pararon los pelos al ver
Las Meninas o, en el Reina Sofía, el
Guernika. En fin.
La introducción va porque
El Grito, el popular cuadro del noruego Edvard Munch (Dato: uno de los favoritos del tenista Paul Capdeville), es uno de los pocos cuadros que me gusta. Incluso, en mi etapa más juvenil, lo imprimí y lo tenía como carátula de mi agenda universitaria (una muy fea que hicieron con cartón corrugado en la PUC).
Pues bien, me acabo de enterar que el cuadro, mientras estuvo en manos de los ladrones que lo sacaron como quien roba dulces en el supermercado, fue
"irreparablemente dañado".
La humedad y uno que otro orificio son obstáculos demasiado complejos para los restauradores.
Una lástima, pero un riesgo intrínseco en este tipo de obras ¿no? Lamentablemente no se puede hacer nada, salvo poner más o mejores guardias.
Etiquetas: Actualidad