Me carga la prepotencia. Me carga que me tiren la micro encima y mucho más el camión encima. Me carga eso de que por ser más grande, por tener más tonelaje de peso, por ser más Goliat, voy a cagarte David. No.
Algo así pasó ayer con los camioneros y antes (cuando cruzaron sus amarillas máquinas en sectores estratégicos de la ciudad) con los micreros.
En palabras de su máximo dirigente, Andrés Ovalle "Esta es una movilización que nosotros le hemos dicho y notificado a través de los medios al Gobierno, esta es una muestra gratis, si no hay voluntad de negociar, de dialogar, de buscar una solución a los problemas que nosotros hemos planteado y que representan no sólo a los camioneros sino que a todos los usuarios de la vía, la próxima vez va a ser igual que las multas: 40 veces más grande y a nivel nacional". Y eso no es una amenaza según él.
No sé, pero no creo que sea el camino. Tirar la pachotada no lo es ni lo será nunca desde mi modesto punto de vista. Con acciones como esa, atrasando a más de algún inocente en sus trámites, lo único que se ganan son enemigos y detractores. La edad de piedra, señores camioneros, pasó hace harto tiempo ya.
Nota en EMOL y LUN
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Etiquetas: Actualidad
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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