Facebook la lleva y quien diga lo contrario o no es habitante del planeta tierra o practica una especie de ermitañismo digital que poco y nada se condice con la realidad del país en pleno 2008.
El tema está en todas las mesas, en todos los cafés y también en los medios. Así, hoy
escuché una entrevista a
José Miguel Piquer, doctor en informática de la Chile, quien no escatimó adjetivos a la hora de advertir sobre los riesgos de la red de moda.
En mi caso por lo menos, tengo de todo. De los más de 150
amigos que sumo, ni con la mitad sería capaz de sentarme a tomar una cerveza para conversar algo más allá del partido de turno o, mucho menos, de mis planes o lo que pienso hacer. Son, no sé si es tan obvio decirlo, conocidos más que amigos, personas con las que a lo largo de mi vida he compartido una sala de clases, una oficina o incluso una relación sentimental.
Facebook es así, depende de la edad con la que te pille. Ahora mismo por ejemplo, estoy entusiasmado con el hecho de volver a contactar a mis compañeros de colegio y ese es el sentido o utilidad que le encuentro a Facebook: Encontrar gente, ver en qué están, cuátos hijos tiene, si se casaron o no, si ya se separaron, esto y lo otro.
No sé qué será de Facebook en unos cuantos años más. Tampoco sé si querré seguir en esta onda mucho tiempo. La cosa es así y nadie tiene clavada la rueda de la fortuna ni mucho menos decir que tiene algo asegurado... Después de todo, así es la vida ¿no? Hay que vivirla no más.
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