INCONVENIENTE, PERO VERDAD
Published domingo, julio 30, 2006 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
De seguro, varios de ustedes ya sabrán del documental que por estos días arrasa en Estados Unidos y que pretende ser, como lo insinúa su subtítulo "Una advertencia global".
Les hablo de
"Una verdad inconveniente", el trabajo basado en las exposiciones que hace Al Gore, otrora vice presidente de Estados Unidos y candidato (víctima de fraude electoral para algunos) en la pelea por el sillón de la oficina oval con George W. Bush.
¿De qué se trata? Pues del cambio climático, de -quizás- la última chance que tenemos para que el arrendatario no nos pase la cuenta y nos eche de casa (el planeta tierra). Les dejo sólo unos datos para que se den cuenta del tamaño de la verdad y, también, de su inconveniencia:
Prácticamente todos los glaciares se están derritiendo. Ni las nieves del Kilimanjaro se salvarán.
El 2002, por ejemplo, la plataforma antártica Larsen-B (una superficie de 100 kilómetros de largo por 20 de ancho) se fragmentó para desaparecer en dos meses. El 2003, algo parecido pasó con Ward Hunt, otra plataforma antártica.
Si se termina de derretir la antártica occidental y Groelandia, se calcula que el nivel del mar subirá 10 metros ¿Resultado? Miami será una ciudad submarina, igual que una mitad de San Francisco, Manhattan y, como su nombre lo indica, Holanda o los Países Bajos también. El problema gordo es tratar de reubicar a los 20 millones de pekineses, a los 40 millones de Shangai y a los 60 millones que suman Calcuta y Bangladesh. En el mismo sentido, la población del planeta crecerá desde los 6,5 mil millones a los 9,1 millones en el año 2050.
¿Culpables? Estados Unidos aporta en un 30,3% al calentamiento global; Europa no lo hace mal con su 27,7%; Rusia se pone con un 13,7%; países como China e India aportan un 12,2% y nosotros, el pueblo al sur de Estados Unidos sólo con el 3,8%.
Los intereses petroleros, gasíferos y carboníferos (los combustibles asociados al calentamiento global) -como es lógico- apoyan a George Bush y gastan millones de dólares en embolinarnos la perdiz, ya que si la población demandara cambios ambientales, estas compañías serían las principales perdedoras.
Finalmente, recordar que sólo Estados Unidos y Australia no han firmado el protocolo de KiotoFuente: La Tercera (Y después dicen que
los diarios publican mentiras...)