Impresentable. Bochornoso. Vergonzoso. Inaceptable. Tercermundista. Pónganle el adjetivo que quieran y queda bien igual. Lo que pasó con Catalina Depassier es una mancha indeleble (otra más dirán algunos) en el currículum concertacionista.
¿Por qué tan grave? Porque al otro lado de La Moneda no somos tontos, no nos caímos del árbol ayer. Somos seres pensantes, masa crítica y no un rebaño de ovejas a las que se les puede engañar así como así.
Lo peor del caso es que, a propósito del cambio de intendntes, Paulsen entrevistó a la sucesora de Barrueto, Adriana Delpiano y, qué quieren que les diga, si estamos con esa, yo también me presento al cargo y capaz que lo haga mejor.
Me quedó claro que las competencias técnicas para un cargo así (comunicacionales por último) no son lo más importante. El compadrazgo, el famoso cuoteo político y todo eso pesa más que saber hacer la pega.
Es lamentable, me siento concertacionista pero así me la ponen difícil, cuesta mantener el compromiso así. Y lo peor que la Pepsi (si asumimos que la Concertación es la Coca Cola) tampoco me gusta. Parace que me voy a tener que acostumbrar al agua no más, agüita de la llave con hielo.
FOTO: El Mercurio
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Etiquetas: Actualidad
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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- Estudié letras en la PUC, pero el latín fue más fuerte y tuve que partir a la Diego Portales donde, por fin, egresé como periodista. ¿Por qué clóset de noticias? Porque acá cuelgo las que me parecen importantes, así de simple.
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