Acaba de terminar el partido de Brasil y parece que nos equivocamos de equipo. Esos no eran los mismos que la rompen en España, Italia o Alemania. Una renovada Colombia los tuvo en las cuerdas, 0-0 en Bogotá.
Uruguay repitió la dósis y goleó 5-0 a Bolivia en Montevideo. Mal por los altiplánicos que, a todas luces, son lo más malo del lote. Los charrúas, con Tabárez en la banca, meten miedo.
Perú la sacó barata y terminó celebrando un empate sin goles en Lima frente a Paraguay. Los guaraníes, de contragolpe y buscando el cabezazo, ya mostraron su libreto de visitante. Va a ser un hueso duro de roer el del Tata Martino.
Nosotros también la sacamos barata. No importa, perder con Argentina en Buenos Aires está en los planes, no es nada extraño y el miércoles, así como todos los días que juguemos en casa, debemos enfocarnos en un solo objetivo: Ganar.
Para el final la sorpresa de la jornada. Venezuela, sépalo usted, dejó de ser la cenicienta del fútbol sudamericano y si le faltaban créditos para pasar el ramo, anoche (con el triunfo 1-0 sobre Ecuador en Quito) los consiguió. Ojo que los vinotinto vienen en alza, son un equipo irrespetuoso, suelto, libre, que ya no comete los errores que solía por desconocer el ABC del fútbol. Mal por los ecuatorianos que se habían acostumbrado a celebrar.
Etiquetas: Clasificatorias Sudáfrica 2010, Fútbol
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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