CHUNCHICIDIO
Published domingo, diciembre 16, 2007 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
Qué partidito ¿no? Lo primero que tengo que decir es que escribo con música de fondo. Se trata de las sirenas que pululan el barrio, correteando a los tontorrones de siempre, los mismos que hace una media hora atrás
terminaron con los sueños de gloria de su equipo, algo que, para ser serios en el análisis, igual estaba lejos de suceder.
El partido fue tan feo como el pasto de la cancha del Nacional.
Los jugadores no ayudaron ni un poco y no sé si Osses era el más indicado para agarrar esta papa caliente (tampoco digo que se traigan árbitros extranjeros como una vez pasó con el argentino Lamolina).
¿Qué decir? ¿Qué agregar mejor dicho? Creo que las pruebas saltan a la vista y tratando de ser imparcial en el asunto, algo tendrá que decir la gente de Azul Azul.
Salah intentó hacer algo llevándose el equipo a entrenar a Las Condes pero no le duró ni dos minutos la idea y de esa decisión, pasamos a lo que acabamos de ver -presencia de Kramer en la cancha del Monumental incluída-. La barra,
Los de Abajo, son un problema sin resolver, un hijo bastardo de dirigencias pasadas, un cacho que nadie está dispuesto a asumir.
Una lástima porque así, entendiendo el fútbol de esa manera, a lo bruto, dando la idea de que el que rompe más tablones o el que tira más piedras a la cancha gana, así les va a seguir yendo.
Hoy más que nunca faltó Salas, uno de los pocos capaces de enfrentar a los malandras y uno de los pocos a los que esos mismos malandras respetan.
Problema de ellos, pero hasta por ahí no más. El asunto es de todos,
a todos los que nos gusta el fútbol nos duele o no nos da lo mismo ver lo que pasó en el Nacional. Creo que de una vez por todas, movidos por la dolorosa eliminación que su misma gente provocó, la U y ojalá que todos los demás clubes después, tendrán que ponerle el cascabel al gato y sacar del estadio a los que no tienen nada que hacer allí.
En el fútbol sobran, están de más.
Foto: EmolEtiquetas: Fútbol, Yo