LAS FARMACIAS
Published lunes, diciembre 10, 2007 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
No hay caso. Cada vez que salgo de una farmacia me siento estafado y hoy, cuando los síntomas de una amidgalitis me tienen de rehén y tuve que comprar remedios de urgencia, no fue la excepción.
Por una caja de ibuprofeno, fármaco que con el logo del Laboratorio de Chile no cuesta más de $500 me cobraron casi cuatro veces más. Lo mismo pasó con las tabletas que se disuelven en la garganta. Las de mentra eran 30 por ciento más caras que las de Tutifruti, como si los chicles de un sabor fueran más caros que los de otro.
Claro, como la inflamación me tiene despierto desde las 4 AM no iba a darme media vuelta y partir. La necesidad (salud mejor dicho) tiene cara de hereje, aunque me tinca que en un estante perdido por ahí, deben tener los remedios más baratos. Es su palabra contra la mía, aunque ella está del otro lado del mostrador y tiene la sartén por el mango... ¿Injusto no?
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