Es la película que hay que ver y por eso partí al cine todavía con ese prejuicio sobre Heath Ledger y su actuación como el Guasón, el villano de turno al que debe enfrentar el bueno de Bruce Waine o Batman. Prejuicio exacerbado, claro está, por la muerte del actor y que lo tiene como ¿candidato? a un Oscar póstumo por este papel.
Pues bien, pasó la paelícula -largos 152 minutos- y yo pegado al asiento como señal inequívoca de la intensidad del filme, una metralleta de acción y efectos especiales que le vienen de perilla a una historia que así lo exige.
¿Heath Ledger? Notable, aunque no sé si es tanto suyo o del Guasón, el personaje al que Ledger le supo sacar provecho como pocos en lo que, en definitiva, parece ser la pega de los actores ¿no? De los buenos actores claro está.
Al final, en el pasillo, los comentarios eran uniformes y se referían al nivel de violencia expuesto en la película, grito y plata entre los colegiales que estuvieron de vacaciones y que andaban, como locos, con el famoso caballero de la noche.
Etiquetas: Cine
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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