Como toda gesta que se precie de tal, el paso de González a la pelea por el oro olímpico tiene su cuota de polémica. ¿Qué pasó? Para los que estaban durmiendo hay que decir, primero que todo, que Blake no fue capaz de cerrar el partido cuando el chileno sacaba 0-40 y 5-6 en el tercet set, es decir, triple break y macht point en contra.
Luego vino el punto de la discordia. Tras un rally de lado a lado, González le cruza la pelota corta a Blake. Este, que estaba en el fondo, corre y llega exigido antes del segundo bote. Como el chileno estaba encima, cerca de la red, Blake le tiró el pelotazo al cuerpo -algo que ya había hecho González antes- pero el chileno se dio cuenta y alcanzó a moverse. Empieza la polémica.
Blake jura y requetecontra jura que González rozó con el marco de la raqueta la pelota (que dicho sea de paso se fue larga). Así por lo menos se lo hizo saber a Bernardes, el clásico juez de silla brasileño, quien se excusó diciendo que no oyó el roce mientras González, que podría haber zanajado la discusión, se quedó en el fondo de la cancha, esperando el saque de Blake que llegó a acuclillarse como gesto de resignación ante la injusticia.
Ya más frío, en sala de prensa, el gringo disparó:
Conozco bien a González y siempre trata de ganar de buena forma los partidos. La verdad, no sé qué le pasó ahora. Es un buen jugador como para hacer eso. Me parece que se contradice con el espíritu olímpico que impera acá. Si yo hubiese hecho eso cuando chico, mis papás me hubieran castigado y no me habrían dejado jugar tenis por tres semanas. Al principio pensé que era a propósito, pero después en el cambio me dijo que lo sentía, que era una situación del partido. Estoy muy decepcionado. Tuve una gran oportunidad con el 0-40 que eran tres bolas de partido. Pero dejé una derecha a mitad de la cancha y después erré otra ocasión. No las aproveché. No supe jugar bien los puntos importantes.
¿Qué dijo el otro?
Vi el partido perdido. Estaba cansado y eran unos momentos clave. Estaba a un sólo punto de perder. Pero jugué muy bien en ese momento y salvé la situación. Eso me dio energía. Reconozco que es doloroso perder de esa forma, con tres puntos de partido en la mano y desperdiciarlo. En esa acción yo no noté nada. Estábamos cansados y no sentí que la bola tocara mi raqueta. Casi ni me acuerdo. No creo que tenga tanta importancia. Le pedí perdón y no lo aceptó. Es su problema. Fue un solo punto dentro de un partido entero. No creo que sea tan importante.¿Mi comentario?: Que bueno que Blake apele al espíritu deportivo ahora. El año 2006, en California y jugando por el Grupo Mundial de Copa Davis, el equipo que él mismo integraba, ganó un punto decisivo (Roddick frente a González) con una pelota que se fue ancha por casi medio metro y, oh casualidad, en ese momento no dijo nada. Si perdió fue porque no lo supo abrochar cuando lo tuvo listo, con González jugando al saque y volea con macht point en contra. Eso se llama tener huevos y es lo que, creo, le faltó y le seguirá faltando a Blake, un buen tipo, un deportista regular y parejo que precisamente por esta carencia, no llega más arriba. He dicho.
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