(Entrevista publicada en el Diario Diplomático en mayo de 2003)
La fotografía oficial del Presidente Lagos ocupa un lugar destacado en la oficina del ex Ministro Secretario General de Gobierno en la Fundación Chile 21. Es uno de los hombres más cercanos al Jefe de Estado y por eso se hará cargo de una de las misiones más importantes de nuestro país, ante la Organización de las Naciones Unidas a partir del 1 de junio.
“Fue una sorpresa, nunca pensé en un ofrecimiento semejante de parte del Presidente, en virtud de lo que esto representa, un año y medio todavía en el Consejo de Seguridad. Me parece una oportunidad valiosa de servir al país, pero además de participar en los cambios que están ocurriendo a nivel mundial, la construcción de un nuevo orden internacional post Irak”, parte diciendo.
Claro. La situación del organismo internacional tras la guerra que terminó con el gobierno de Sadam Husein aparece como una tremenda oportunidad y el nuevo Embajador lo sabe “creo que Chile puede jugar un papel de favorecer el consenso y la concertación al interior del Consejo de Seguridad, eso es lo que me propongo”, dice.
¿Y cómo fortalecer la gestión de la ONU después de lo que vimos a propósito de la guerra con Irak?
“Fue lamentable que no se llegara a un acuerdo sobre el denominado segundo proyecto de resolución, que el Consejo de Seguridad se encontrara dividido previo a la acción militar de los aliados. Pero eso ya es una página superada, hoy día hay que lidiar con la reconstrucción de Irak, su transición, y asegurar un papel vital de las Naciones Unidas en la etapa que viene. Eso es lo que se está discutiendo y quizás, lo que está pendiente es un análisis y una discusión más a fondo sobre Naciones Unidas en este nuevo mundo, en el siglo XXI, y la propia reforma eventual del Consejo de Seguridad que se viene discutiendo desde hace algún tiempo para que refleje las realidades de hoy y no las del término de la segunda guerra mundial. Hay un Consejo de Seguridad que es un fiel reflejo de esa coyuntura y no de la actual. Lo que se ha discutido, no ha llegado todavía a un acuerdo, quizás será más urgente retomar esa discusión”
Amigo personal de la consejera de seguridad nacional estadounidense, Condoleezza Rice, el nombramiento de Muñoz fue aplaudido en el país norteamericano.
¿Cómo analiza ese escenario, hay ventajas comparativas de su nombre frente a otros?
“Me complace que mi nombre haya sido bien recibido, según me dicen, en el gobierno, y yo espero que sea también bien recibido en los otros países miembros del Consejo de Seguridad. Mi intención es, por cierto, trabajar con Estados Unidos, y reconocer las realidades como son. Hoy día es una potencia ocupante de Irak, junto con Inglaterra, están presentando un proyecto de resolución sobre el futuro en Irak y el papel de Naciones Unidas. Espero que pueda hacer un aporte personal, pero más importante aún es el aporte nacional. En eso no me confundo, voy a seguir las instrucciones del Presidente de la República, de la Canciller, y espero trabajar en muy estrecha colaboración con los otros países miembros del Consejo. Pero si uno entra con el pie derecho mejor aún”
Dado el escenario internacional que vivimos ¿Cree que éste es el cargo más importante que va a ocupar?
“A nivel diplomático por cierto. Esta es la embajada con mayor peso por la coyuntura histórica. Es cierto que estuve en la OEA en momentos muy importantes, ayudamos a impulsar iniciativas que le cambiaron un poco el rostro a la OEA y que tuve el honor de representar a Chile en Brasil que es uno de los países más importantes a nivel mundial y también para Chile. Pero tendría que reconocer que esta es una misión diplomática especialmente importante porque se trata nada menos que de estar en el Consejo de Seguridad y el próximo año incluso presidirlo, lo cual es un enorme desafío”.
¿Cuál es la propuesta?
“Maximizar los intereses de Chile, que nuestro país salga muy bien parado del Consejo de Seguridad, que logremos fortalecer las Naciones Unidas en este período, donde ha sentido un debilitamiento producto de lo que ha sucedido, ayudar a recuperar el papel de las Naciones Unidas y quizás también en este proceso más profundo que las Naciones Unidas esté más en sintonía con los nuevos tiempos”
Eso pasa por manejar la relación con este nuevo Estados Unidos…
“Pasa por cierto por Estados Unidos, hay una dimensión de la relación bilateral que pasa por Nueva York. Creo que hay que reconocer, además, la realidad de un mundo como decía el Primer Ministro Blair, en una entrevista al Financial Times, que vivimos en un mundo unipolar y ese polo es Estados Unidos, y tiene, a diferencia del pasado, la capacidad y la voluntad política de ejercer un liderazgo a nivel mundial. Eso es incuestionable y ponerlo como un dato muy importante a la hora de mirar el futuro”
¿A eso apuntaban sus declaraciones a La Nación de manejar con pragmatismo el tema?
“Por cierto. Creo que en política internacional hay que manejarse con enorme pragmatismo, porque se está ante una realidad donde no existe una autoridad que tenga el uso legítimo de la fuerza como es el Estado a nivel nacional y donde, en definitiva, predomina la lógica del poder de los intereses. Si bien es cierto que es necesario tener en cuenta factores morales y éticos frente a cuestiones inaceptables como las limpiezas étnicas, por ejemplo, hay que moverse con enorme realismo porque el sólo guiarse por criterios morales y éticos puede llevar a acciones equivocadas. Hay que tener una dosis adecuada de principios y pragmatismo, ese es el desafío que no sólo Chile, sino muchos países tienen por delante”
La Ficha
Heraldo Muñoz fue Ministro Secretario General de Gobierno entre enero de 2002 y marzo de 2003. Desde marzo de 2000 a enero de 2002 fue Subsecretario de Relaciones Exteriores. También fue Embajador de Chile ante la OEA (1990-1994) y Embajador de Chile en Brasil (1994-1998).
Profesionalmente es cientista político, doctorado en estudios internacionales en la University of Denver, Colorado. Además, tiene un diplomado en relaciones internacionales en la Universidad Católica de Chile, estudios en Harvard y en la State University of New York, donde se le concedió un doctorado Honoris Causa.
Fue profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y profesor visitante y expositor en diversas universidades y academias diplomáticas de Estados Unidos, Europa y América Latina. Asimismo, es directivo del Consejo Chileno para las Relaciones Exteriores y ha ejercido como comentarista de asuntos internacionales en medios de comunicación.