Llegué a las diez mil visitas, todo un récord que me tiene muy contento porque de mi estrecho círculo de amistades, mi blog -en un trabajo lento pero constante- se ha extendido a otras esferas, incluso
fuera del país.
La ocasión, creo, amerita una ceremonia especial y qué mejor que hacerlo en una especie de editorial de mi propio blog, desde el punto de vista de lo que es apenas un ciudadano (Just a Citizen, lo que se conoce como un ciudadano de a pie).
Hace tiempo que
Carlos Peña, un imperdible de las mañanas del domingo, viene dándole al tema del empowerment, un anglicismo que probablemente no muchos entienden en la teoría, pero que cada vez más, en la práctica, se está apareciendo por nuestro país.
El más emblemático de los ejemplos y que no dudo pasará a formar parte de los debates académicos y universitarios, está en la llamada revolución pingüina, el famoso paro secundario que nos tuvo soñando con ser un poco más europeos y menos estadounidenses en nuestro modo de ser.
Pero el fenómeno no se quedó allí. Tras psasar a formar parte de las estadísticas como víctima de la delincuencia, un profesional de Vitacura
decidió organizarse con sus pares, con otras víctimas de la delincuencia y, a lo pingüino, protestar en plena Plaza Italia. Ok, a más de alguien le puede parecer menor que 600 personas se hayan dado la molestia de interumpir su fin de semana para ir a gritar a la Plaza Italia, pero es un paso, un avance a todas luces. Tanto es así, que se reunió con el Ministro del Interior a quien le llevó una copia de los más de 500 comentarios que sumó el blog.
Algo parecido, pero desde otra trinchera de la contingencia, es lo que está pasando con los
automovilistas. Cuando el precio internacional del barril de petróleo tiene las bencinas al borde de los $700, los automovilistas han decidido protestar y así lo van a hacer con una tacotón que promete para este sábado 24.
Acá en Ñuñoa, el miércoles hubo una
protesta ciudadana frente a la Municipalidad por el tema de los edificios de altura que crecen como callampas en invierno, al lado de añosas casas muchas veces dañadas por la llegada de los nuevos vecinos. Y ni hablar del ruido, del polvo ni de las molestias de tanto camión y maestros juntos.
Haciendo caso a un clamor popular,
un grupo de diputados presentó una queja contra las compañías de telefonía celular por la pésima calidad de la señal en algunos sitios. (Sé que había un blog a este respecto, pero no lo he podido encontrar).
Suma y sigue.
Informe Especial se anotó un poroto de aquellos dejando de lado sus típicos reportajes sobre la prostitución (que no digo que estén mal, pero hay temas mejores) fiscalizando a los talleres mecánicos. Algo parecido había hecho
Contacto con el tema de los buses interurbanos y así, vamos ganando espacio en los medios con temas que antes ni siquiera se ganaban una chance en las reuniones de pauta.
Si nos ponemos profundos podríamos hablar de la decaída actividad de los partidos políticos, de su cada vez menor importancia. Es verdad y estamos en medio del remezón todavía como para sacar conclusiones.
A mí por lo menos, me gusta todo esto. Siento que avanzamos hacia un estado superior de la democracia, no es tan sencillo que nos pasen por alto como lo hacían antes. Igual lo siguen haciendo, pero hay más ojos puestos sobre ello y más voces dispuestas a denunciarlo.
Extra: Maritxu Sangronis, periodista de Mega: "La ciudadanía está poniendo los temas sobre el tapete" en
Cooperativa.
Sol Serrano, revista El Sábado: "Ojo con la ciudadanía" en
El Mercurio.
¿Más iniciativa ciudadana?
Aquí y
aquí también.
*Foto:
Víctimas de la delincuencia