Dicen que las mujeres que han tenido la gracia de concebir tienen un sexto sentido, un lazo superior, un nexo tan estrecho como invisible que les permite presentir el bien y el mal.
Este sexto sentido fue lo que sintió Lucy Soto (la madre que vive en Pelarco) y quien sabía, casi a ciencia cierta, que la guagua a la que le dio de mamar o a la que le cambiaba los pañales no era su hijo.
La alarma llegó al hospital de Talca y se hizo el cruce de datos. El matrimonio Garrido Celedón resultó ser la contraparte en esta trama absurda, digna del mejor culebrón venezolano.
Los Garrido Celedón se hicieron el test de ADN y hoy se conoció el resultado: Benjamín, la guagua a la que ellos llaman hijo (seguramente él también los reconoce como padres) no lo es. No es su hijo, no es sangre de su sangre.
Los expertos ya dijeron que es recomendable producir el desapego paulatinamente, con lentitud. También recomiendan permanecer en un segundo plano, no desaparecer de las vidas ni de uno ni de otro menor. Es, como dijo una sicóloga, como tener a los dos hijos.
No sé, ahora no dejo de preguntarme por qué la vida es más justa para unos que para otros.
Habla Cecilia, la mamá de Benjamín: "Le quiero decir una palabra a la Presidenta, entiéndame como mamá, por favor se lo ruego haga justicia con estas personas, esto no puede volver a pasar, haga caer el peso de la ley (...) no es suficiente que los sustituyan de un cargo, estas personas no pueden volver a trabajar"
Habla Lucy Soto, la mamá de Pelarco: "Nadie me escuchó cuando dije que el bebé no era mío"
Foto: Fernando Botero (Madre e Hijo)
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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- Estudié letras en la PUC, pero el latín fue más fuerte y tuve que partir a la Diego Portales donde, por fin, egresé como periodista. ¿Por qué clóset de noticias? Porque acá cuelgo las que me parecen importantes, así de simple.
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