EL TRISTEMENTE CÉLEBRE GALO ANDRADE
Published viernes, noviembre 24, 2006 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
Titulé así porque, sin querer queriendo, el doctor ecuatoriano terminó matando a Jéssica Osorio; porque sin querer queriendo pasó a la historia de Chile, el país que se veía como la tierra de las oportunidades para él y su familia,
como el primer médico acusado de homicidio simple.
Cuando estalló el caso, se debatió mucho al respecto. Incluso, se mostró hasta el hartazgo las deficitarias condiciones en las que se "operaban" las pacientes del doctor Andrade. Yo, en el lugar de las pacientes, ni a palos me pongo en las manos de ese tipo ni mucho menos en su clínica, pero claro, las ganas son más fuertes y el bolsillo manda.
El abogado del doctor, el mismo que defiende a
Rafael Maureira (Sacarach), alegó lo mismo que en el caso del imputado por pedofilia y abuso de menores: Que su defendido ya había sido juzgado por la opinión pública a través de los medios.
Para agregar otro dato, la familia del doctor ecuatoriano en la voz de su suegra, dijo que a su yerno lo condenaron por ser extranjero porque si de un médico chileno se tratara, otro gallo cantaría.
No sé, puede que tengan razón tanto el abogado como la suegra. Es cierto que en un caso así, la opinión pública tiende a ponerse del lado de las víctimas, de los débiles (Jéssica era mamá de dos menores de edad) y a castigar de sobremanera a los supuestos culpables, aunque siendo rigurosos, culpables después de lo de ayer.
¿Ustedes qué creen? ¿tienen razón? ¿Se habría hecho lo mismo con un doctor chileno?
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