Ayer se conoció el famoso
fallo (PDF) del TC contra la píldora del día después y al mismo tiempo,
más de 10.000 personas (en su mayoría mujeres, diputados, actrices y un largo etcétera de caras conocidas inclusive) salieron a la calle a protestar por ello.
La noticia sin duda reconforta. Incluso la que habla de la marcha del mediodía, de quienes están a favor de la prohibición decretada por el TC.
Siempre será bueno que pasen estas cosas, que de una vez por todas, desde que estamos frente a un cajero en el mall o en el cine, en el metro, en el negocio de la esquina, con el taxista o donde sea, seamos ciudadanos en el más amplio sentido de la palabra, que de una vez por todas no dejemos que las cosas pasen frente a nuestras narices sin que ello nos conmueva en lo más mínimo.
Anoche, con la salida a la calle de esas miles de personas, quedó demostrado que algo está pasando en el país, que esta pomada que nos vendieron del gobierno ciudadano si bien no llegó desde arriba, está brotando desde abajo.
Ojo que esto puede llegar a ser hasta fundacional. Acá no hubo partidos políticos, grandes asociaciones ni nada por el estilo. Lo que organizó a estas personas fue su derecho a protestar por lo que les parece justo, quejarse por el atropello que significa que una mesa de cinco comensales decida por millones de mujeres.
Como bien dice Rodrigo, pensando en el tema de los beneficios políticos, por lo menos desde la derecha no se oye padre porque saben, algunos más que otros, que en esta pasada se equivocaron medio a medio y que esas mismas mujeres que estaban en la calle en vez de estar en sus casas tomando té, más temprano que tarde les pasarán la factura.
Yo por mientras me siento a disfrutar del momento. No todos los días da gusto amanecer en un país como este, en una sociedad como esta, madurando cada día más.
Foto: ReutersEtiquetas: Actualidad