Cuando los hinchas cruzados pensábamos que este 2008 iba a ser recordado como un año más, sin mucho que destacar -salvo la aparición de Gary Medel- apareció él, el bombero de turno, una figura señera, un hombre de la casa, conocedor de la materia prima como ninguno otro: Mario Lepe, el gran capitán.
La tarea no era fácil y equivalía a resucitar un muerto. Católica jugaba mal, no conseguía resultados y, lo peor de todo, se hizo vulnerable en casa. Sin embargo, desde que apareció Lepe, la cosa cambió. Varios de los refuerzos de la temporada ni siquiera se vistieron para el partido y, en su lugar, aparecieron los chicos de casa.
Nombres como Parot, Pizarro, Barrientos, Martínez y hasta el propio Toselli le pusieron mítica a un equipo que, ahora sabemos, está para pelear arriba. Lepe lo logró, hizo el milagro y resucitó al muerto. Ok, es cierto, no vamos de favoritos pero la última vez que jugamos con Rangers en unos play off terminamos dando la vuelta... Yes we can
Etiquetas: Fútbol
- I'm Jorge Enrique Díaz Pérez
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