Es un comentario recurrente en las filas de prensa en el estadio y, al mismo tiempo, una realidad innegable: El público que va a ver a la selección cambió y no necesariamente para bien. ¿A qué me refiero?
Un colega lo definió como estar en el cine viendo la era del hielo. Gente apática, apagada, fría, que se sienta como quien se arrellana en su sillón favorito a ver su película ídem y no pues, no es así la cosa.
Una de las barras más famosas del mundo se llama la 12 porque, precisamente, su presencia es como ser uno más del equipo, un gallo que grita, mete, alienta y apoya a sus jugadores, como dice uno de sus cánticos,
en las buenas y en las malas.
Ni en el Nacional ni anoche en el Monumental es así. Sea por la ausencia del bombo, por el alto precio de las entradas o porque, lo queramos o no, la selección es un producto de moda, hasta snob les diría, la gente que va al estadio a verla no es la que vemos todos los domingos en las canchas.
A mí, que en algunos aspectos soy enchapado a la antigua, me gustaría que fuera como antes. Con barras organizadas (sí señor, alguna vez los de Colo Colo y la U cantaron lo mismo), hasta regresaría al Huaso Peregrino y todo lo demás. Lo peor de todo, es que estoy seguro que los jugadores y hasta el propio Bielsa (uno que se crió en uno de los países más representativos en el sentido de mis palabras) piensan lo mismo, sólo que no pueden decirlo.
Foto: EmolRelacionada: Treinta y un detenidos en encuentro entre Chile y Venezuela. Entre ellos el asesor jurídico del senador Alberto Espina (RN), Sebastián Romero, y su hermano Andrés, mayor de Justicia del Ejército, por desobedecer a la autoridad.Etiquetas: Bielsa, Clasificatorias Sudáfrica 2010, Fútbol