THE DARK SIDE OF THE DAY
Published martes, febrero 14, 2006 by Jorge Enrique Díaz Pérez | E-mail this post
No es que odie el día de los enamorados. De hecho los he disfrutado y harto. Recuerdo paseos por la playa, por el campo, onces ricas, regalos, tarjetas y besos... todo lo que un día como hoy amerita.
Sin embargo, hoy, 14 de febrero de 2006, el día me pilla medio mal. Me pilla atado de manos a las circunstancias, a los miles de kilómetros que me separan de ella, mi amor.
Ya tuve que aguantarme las notas en la TV: hoteles y restoranes con promociones, mails invitándome a usar tarjetas de crédito con jugosos descuentos, reportajes en los diarios con recetas de
cómo pasar el 14 de febrero a distancia, en las revistas (especiales con
regalos de todo tipo incluidos) para que más encima hoy, y desde el primer minuto, tenga que soportar la horda de canciones románticas que programan los ingeniosos de turno a propósito de éste día. ¡Hasta me gané un par de entradas para el cine! ¡Uf!
Supongo que para los que están en el lado A del tema, ilusionados por lo que van a hacer o dejar de hacer con sus parejas esta noche, éste es un día esperado con ansias, marcado en el calendario de su letargo amoroso. Supongo que están en su derecho de gritarle a los cuatro vientos lo felices que son o tratan de ser. Supongo.
Yo estoy en el lado oscuro del día. Menos mal que es sólo un día. Cómo estaré, que quiero que empiece luego el festival, la vuelta al colegio y todo eso... lo siento, así lo siento ¿se entiende, no?