No hace faltar estar mucho tiempo ni ser muy perceptivo en Madrid como para darse cuenta de la inmensa serie de modismos y dichos que se ocupan, a cada rato, para comunicarse.
Así pues, a los ya sabidos "tío" (persona natural), "joder" (expresión coloquial para denotar y expresar frustración. Ejemplo: Joder tía, por qué no habéis puesto el cartel antes -cartel de caja cerrada en el supermercado. Lo viví el primer día-) y "mogollón" (aumentativo de la cantidad de las cosas o valores de éstas. Ejemplo: Me gusta un mogollón. También dícese de lo que en Argentina sería un quilombo) se han agregado a mi disco duro una serie de nuevos términos. A saber:
Flipar: Del inglés to flip (agitar, sacudir), acá se ocupa para expresar una especie de extraña alucinación, casi provocada por los efectos de una droga. Ejemplo: Esta ciudad flipa tío, está muy entretenida.
Guay: Es, quizás, una de las expresiones más extrañas que he escuchado en Madrid. Aunque, la verdad sea dicha, entró por primera vez a mis oídos gracias a la serie Aquí no hay quien viva. Se trata de una forma para denotar mucha satisfacción o gusto por algo. Lo que en Chile diríamos bakán, acá en España es Guay. Ejemplo (sacado de la serie de TV, El Príncipe del rap) "Jamás pensé que ésto de tener una familia fuera tan guay".
Molar: Muy parecido a los anteriores, el verbo molar se refiere a una expresión de gusto, agrado, satisfacción y gozo. Ejemplo: Aquella chica me mola un mogollón.
Búho: No, no se trata del ave que todos conocemos, sino de un servicio que a varios les gustaría disfrutar, sobre todo en Chile. Estoy hablando del bus que, pese a lo madrugador de su recorrido, cumple a la perfección las normas prestablecidas para su funcionamiento. Generalmente, pasan cada medie hora por la Plaza Cibeles y recogen a todos aquellos que se han ido de marcha y han sido abandonados por la red de metro.
Bocadillo: Es un sándwich común y corriente. Llámese un pedazo de pan, partido al medio, para añadirle otro ingrediente. Los he probado de calamares fritos y de tortilla. Sí, un sándwich de tortilla... ¿Seco? para eso está la caña.
Caña: Vaso o porción similar de cerveza, de preferencia Mohou, que acá es como nuestrá única y grande Cristal. La venden en todos lados, incluso en algunas estaciones de metro ¿qué tal?
Roscón de Reyes: Queque, éste sí que es seco, que se suele acompañar de nata (crema) y que tiene forma de círculo. Quien obtenga entre su porción al niño o a la figura que haya sido puesta por el pastelero para esos fines, deberá pagar el pastel lo que no es poco, porque cada roscón puede llegar a costar sobre los 20 Euros.
Magdalenas: Algo así como una Rayita, un queque, un bocadillo que no siempre es relleno, y que en su superficie está colmado de granos de azúcar. Se unta con la leche o con el chocolate de la mañana en una actitud muy española, pero muy poco higiénica o agradable para mi gusto.
Montadito: Versión miniaturizada del bocadillo.
Currar: Trabajar, laburar o producir para el país y el bolsillo propio.
Chulo: Justo lo contrario del uso chilensis. Acá chulo es muy bien, muy bueno, algo realmente plausible.
Cutre: Falto de categoría, impropio del reino de España. Rasca.
Puticlub: No los he visitado, pero me dijeron que las búlgaras la llevan.
Rebajas: Temporada de ofertas o liquidación que empiezan nada más termina la noche de reyes. Acá todo el mundo anda con bolsas de las rebajas del Corte Inglés y no ir, por lo menos a ver que lo que se vende es tan malo como inútil, puede llegar a ser considerado como un perfecto idiota.
Once: Dícese de uno de los tantos juegos de azar a los que los españoles son asiduos. Es increíble ver que en una cuadra haya tres o más (todo depende de la extensión de la calle) puestos de venta.
Edredón: Cubrecama. Edredón Nórdico: Versión más cara del cubrecama ya que cuenta con plumas de pato u otro animal similar. Junto a mi polola recorrimos la mitad de Madrid para dar con uno.
Chinos, donde los chinos: Bazares estilo todo a mil, en los que se puede encontrar desde ropa hasta detergente para esa misma ropa, pasando por herramientas, electrodomésticos y juguetes, todo made in China. Cada barrio se jacta de tener un local de éstos en sus esquinas y, como dijo hoy El País, pese a que más de la mitad incumple las normativa del consumidor (garantía de los productos y escaparátes o vitrinas sin precios) son muy apetecidos por los españoles y por las estudiantes de títulos propios de la Universidad Complutense de Madrid. Ja!
Venga, hasta logo: Expresión típica para decir adiós, chaito, que te vaya bien, nos vemos y todo eso que es lo mismo que os quiero decir en éstos momentos...