Nunca antes percibí lo que en esta ocasión, a propósito de la llegada del portaviones más grande del mundo, el USS Ronald Reagan a Valparaíso.
Como pocas veces, los siempre prestos comerciantes de la zona, sacaron a relucir todo su ingenio y engalanaron las fachadas de sus locales con la bandera de la libertad y la lucha contra el terrorismo, la más odiada en Bagdad -dicho sea de paso- a escasos días del famoso traspaso del poder a los iraquíes. Incluso, más de alguno se dignó a chisporrotear una frasesita en inglés, y , al mejor estilo centroamericano, balbucearon un muy mal pronunciado "welcome".
Ahí está lo grave. Digo, ¿Acaso no hay más que ofrecerles a los marinos norteamericanos que teta y poto?, ¿Dónde están las autoridades del SERNATUR?, ¿Se les olvidó que Valparaíso es Patrimonio de la Humanidad?, ¿No se acuerdan de la casa de Neruda?, aprovechando que el hombre está de moda, creo yo. Pero no.
Atraídas por la fiebre de los dólares y la mala reputación de los hombres de mar, prostitutas no sólo chilenas, sino argentinas, peruanas y de otros países llegaron en caravana a las barbas mismas del puerto y así, no hacer esperar mucho a sus potenciales clientes.
Afortunadamente les salió el tiro por la culata -o por el culo- y los gringuitos prefirieron el gélido ambiente de la montaña nevada, en vez del caliente sudor de las sábanas mal lavadas de los puteríos del puerto. Claro, no va a faltar la excepción a la regla, pero ya se habla de decepción entre los comerciantes de la zona por la actitud deportista y turística -en el mejor sentido de la palabra- de los marinos yanquis.
Ojalá esto nos sirva de lección y, la próxima vez que semejante visita llegue por estos lados, nos preparemos mejor para atenderlos. No es necesario ser tan obvio y ofrecerles más de lo mismo a los norteamericanos. ¿Se les olvidó que vienen de Brasil? Estoy seguro que el mercado sexual en las playas cariocas es, por lejos -igual que en el fútbol- lo mejor del mundo. Los gringos quieren divertirse, pero sanamente. Están haciendo monos de nieve.