Pasó "La Última Luna", paso "Secuestro" y cuando llegó "Mi Mejor Enemigo" decidí ir a ver otro producto de la industria cinematográfica nacional. Siempre atento a las críticas y a las frías estadísticas (número de semanas en cartelera, cantidad de espectadores y otros), me enteré que la segunda película de Álex Bowen (Campo Minado) es la mejor en lo que va de año. Y parece que sí, parece que es una buena película.
¿Por qué parece no más? Siento -así como varios cinéfilos- que aunque no lo haya querido, aunque su intención no haya sido esa, siento que Andrés Wood y Machuca marcaron una especie de hito dentro de la industria chilensis. No por nada, gratuitamente, la cinta chilena más vista de la historia estuvo a punto de ganar un Premio Oscar. Eso es harto decir, sobre todo para un producto con el subtítulo, a veces un lastre, made in Chile.
Quizás Wood dio en el clavo y más allá de las comedias sexuales (Sexo con Amor y, en alguna medida El Chacotero Sentimental) o también más allá del realismo marginal (Mala Leche o Paraíso B, por citar dos) lo que al chileno le gusta ver en el cine es parte de su propia historia, relatos heroicos muchas veces (como la película que se va a hacer sobre Arturo Prat) o trágicos (como Sub Terra, a cargo de Marcelo Ferrari). Tal vez por eso Bowen apostó por otra anécdota histórica, verídica, aunque por lo que se plantea en la realidad de los personajes, la película en cuestión viene a ser una especie de homenaje tardío, una medalla de celuloide para todos aquellos héroes que empuñaron el fusil en la patagonia.
Como me he preocupado del tema, he visto y leído cuanta entrevista o artículo se relacione con la película. Sé que Bowen llamó a través del diario a todos aquellos que tuvieran algo que ver con la cuasi guerra y así, como quien arma un rompecabezas, seleccionó las piezas que más le servían para contar una buena historia. Y sí, efectivamente creo y siento que se cuenta una buena historia, entretenida y trágica al mismo tiempo, una historia verosimil, pero sobre todo, y pese a que el director quiere desmarcarse del concepto, siento que en más de algún modo se podría hablar de un documental, de una narración hasta didáctica sobre el tema.
Si fuera necesario identificar una falla, un error o más precísamente un punto no tan logrado como los demás, diría que la dirección de actores es el punto. Felipe Braun es un actor conocido por su exitosa trayectoria en TV, sin embargo, en esta pasada, el hombre no me resulta tan bueno como sí lo es en el formato ya citado. Algo similar pasa con Erto Pantoja, otro experimentado actor de TV, pero el director es el que tomó la decisión y se la jugó con ésos nombres. Uno como espectador siempre suele jugar a ponerse en el lugar del otro y elegir a sus propios actores, pero, insisto, Bowen apostó con Pantoja y Braun y la película funciona. Funciona bien gracias, curiosamente, al resto de los actores. Nicolás Saavedra, así como ya lo hizo en Sub Terra, demuestra que su carrera empieza a despegar y sería bueno verlo más seguido en la pantalla grande. Lo mismo sucede con el resto de la patrulla, un puñado de actores jóvenes, para los que ésta es su primera incursión en el cine, pero que, no obstante ello, demostraron tanta o más calidad que un actor consagrado.
Otro exitazo de la película está en el tema sonido. La dirección de sonido está muy, pero muy buena. Pese a los obstáculos propios de la Patagonia, uno siente que efectivamente está con los muchachos en la trinchera, oye como si pasara al lado, el ruido de los pasos sobre la tierra, sobre las piedras. Un detalle técnico que antes era una debilidad y que hoy, como en este caso, puede convertirse en una fortaleza. Y dentro de lo mismo, aunque esta vez desde lo artístico, un punto bueno para la Javiera Parra, responsable junto a Los Imposibles del cover de León Gieco "Sólo le pido a Dios". Una versión notable, a la altura de la película, un verdadero aporte y no un trabajo forzoso como suelen escucharse otras bandas sonoras.
Le está yendo bien a Mi Mejor Enemigo. Dicen que el boca a boca es el mejor marketing de una película y, puesto en el caso, sí. Es cierto. Si tengo que recomendarles una película, vayan a ver la de Bowen. Estoy seguro que pasarán un rato agradable y hasta podrán apredender algo más de historia.