Por razones obvias, éste post no lleva imagenCreí que iba a dar vuelta la página hasta que el fiscal nos entregara al culpable esposado, rumbo a la cárcel y todo, pero no pude. Ayer, a eso de las 19:00 horas escuché la noticia en la radio y de inmediato empecé a crear una opinión: Las fotos de los restos de Hans Pozo, el descuartizado de Puente Alto, están en Internet.
¿Quienes fueron los graciosos de turno? No los voy a linkear, pero son los mismos que suben cuanta basura hay en la red. De hecho su nombre tiene mucho que ver con su actitud.
De inmediato aparecen los expertos de última hora, los catedráticos del sentido común: "Son imágenes de alto impacto difundidas en un medio de comunicación social al que cualquier persona puede tener acceso, por lo que vulnera la ética profesional", dijo en
El Mercurio Ana Luisa Jouanne, periodista y profesora de Ética en la Universidad Católica. ¿Ética profesional? ¡Por favor! Si de profesionales no tienen nada.
"Sólo una mente perturbada puede hacer algo así", dijo a su vez, en
LUN, Julio Ibáñez, de la Policía de Investigaciones. Obvio ¿no?
Pero, volviendo al tema, ¿Qué es el morbo entonces? Más que la primera definición de la RAE (del latín morbus, "enfermedad"), me quedo con las dos siguientes: "Interés malsano por personas o cosas" y "Atracción hacia acontecimientos desagradables". Ahí está.
Ahora, ¿por qué es necesario o se hace necesario éste tipo de actos? Ojalá alguien tenga el blog de Giorgio Agostini o de alguien así. Sólo un gallo de ése tonelaje sería capaz de explicar con cierta seriedad algo semejante.
¿Que qué creo yo? Morbo, puro morbo. Interés malsano por personas o cosas o atracción hacia acontecimientos desagradables.